EL CÓLERA.

Es una enfermedad común en el Subcontinente Indio, Sudeste asiático, Latinoamérica, y África Subsahariana.El cólera es una enfermedad aguda, diarreica, provocada por la bacteria 'Vibrio Cholerae'. La infección que produce es generalmente benigna y da pocos síntomas, aunque a veces puede ser grave. Se estima que una de cada 20 personas infectadas puede tener síntomas relevantes, caracterizados por diarrea severa, vómitos, y malestar. La pérdida de líquidos puede dar lugar a la deshidratación, que será la responsable de la muerte de los pacientes. La gravedad del cuadro estriba en que esta deshidratación puede producirse en pocas horas.
El cólera ha producido varias epidemias, en India, Europa, América, la mayoría en el siglo XIX. Pero también en los años 90 hubo un brote en varios países de América del Sur que se difundió rápidamente. La enfermedad ha sido poco frecuente en los países industrializados en los últimos años.
El contagio de la enfermedad se produce bebiendo agua o comiendo alimentos contaminados con la bacteria del cólera. Durante una epidemia, la fuente de contaminación son las heces de una persona infectada, que está llena de bacterias. La enfermedad puede diseminarse rápidamente cuando el alcantarillado no es el adecuado, o no son correctos los métodos para potabilizar el agua. El 'Vibrio cholerae' puede vivir también en ríos con aguas saladas o en el mar. A veces las ostras crudas son el vehículo de transmisión de la infección.
El contagio de persona a persona es excepcional, sobre todo si se toman medidas higiénicas básicas, como el lavado de manos tras ir al baño.
El tiempo desde el contacto con la bacteria hasta la aparición de los síntomas puede ser muy corto, incluso de horas, aunque la media son dos o tres días. Los síntomas más frecuentes son el dolor abdominal, la diarrea acuosa (de hasta 30-40 deposiciones al día), que puede tener un aspecto similar al 'agua de arroz', y suele ser muy maloliente. A veces se acompaña de vómitos, y no produce fiebre.
Suele diagnosticarse por los síntomas, aunque en caso de epidemias tiene interés identificar la bacteria para estar seguro de que es la causa que ha producido el brote. Una vez identificado el germen no es necesario estudiar a todos los afectados.
Para el diagnóstico se tendrán que analizar los vómitos o las heces de los pacientes infectados. Se pueden observar las bacterias por el microscopio, con una tinción de gram. También se pueden detectar mediante tinciones con anticuerpos. La bacteria se puede cultivar, y para fines epidemiológicos se puede buscar la presencia de anticuerpos en la sangre de individuos que se sospeche hayan tenido la enfermedad.
El tratamiento es la rehidratación del individuo. Si es posible, se intentará la rehidratación oral (más accesible en tercer mundo), también se puede hacer por vía intravenosa o subcutánea. Los líquidos tendrán también sodio, cloro, potasio y bicarbonato.
Los antibióticos se reservan para situaciones muy graves, ya que parece que sólo sirven para reducir la duración de la diarrea, los requerimientos de líquidos y el periodo de eliminación del vibrio por las heces. Pueden usarse tetraciclinas, quinolonas, trimetroprim/sulfametoxazol.
Las mejoras en el abastecimiento de agua, el saneamiento, la higiene en los alimentos, y el conocimiento comunitario de las medidas preventivas, son el mejor medio para prevenir el cólera. También existen vacunas, que se dan por vía oral y está hecha de vibrios muertos, que confiere solamente una protección parcial y limitada, pero como la protección no es total, se deben seguir observando las precauciones higiénicas básicas. Se esta estudiando el papel de la vacunación masiva como estrategia de salud pública para proteger a las poblaciones de riesgo contra el cólera.
Ningún país exige prueba alguna de vacunación contra el cólera como condición para entrar en él, y el certificado internacional de vacunación ya no reserva un espacio para consignar la vacunación contra esa enfermedad.
Los consejos dados por la OMS para evitar el contagio que se podrían destacar (y que se resumen en 'hervirlo, cocinarlo, pelarlo... o descartarlo).
Cuando el cólera aparece en una comunidad es esencial asegurar tres cosas: el desecho higiénico de las heces humanas, un suministro adecuado de agua potable, y buena higiene en alimentos. Las medidas para la higiene efectiva de los alimentos incluyen cocinar bien la comida y comerla mientras está caliente; prevenir la contaminación de los alimentos cocidos por el contacto con comida cruda, superficies contaminadas o moscas; y evitar las frutas o vegetales crudos, a menos que sean pelados antes.

 

TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN

El tratamiento consiste en la reposición oral o intravenosa de líquidos y sales minerales (rehidratación). Hay preparados para diluir con la composición adecuada de sodio, potasio, cloro, bicarbonato y glucosa, disponibles en muchos lugares del mundo gracias a la campaña de difusión realizada por la OMS. Casi todos los pacientes se recuperan entre los tres y los seis días. Las tetraciclinas, la ampicilina, el cloramfenicol, el trimetoprim-sulfametoxazol, y otros antibióticos acortan la duración de la enfermedad.

Hay una vacuna de bacterias muertas que confiere una resistencia a la infección de tres a seis meses de duración, aunque la búsqueda de una vacuna más eficaz ya está en marcha y sigue dos líneas de investigación diferentes: utilizar una toxina inactivada, o utilizar una vacuna de bacterias vivas atenuadas incapaces de producir la toxina.